Según la RAE, una deuda es una “Obligación que alguien tiene de pagar, satisfacer o reintegrar a otra persona algo, por lo común dinero”.
Dicho en otras palabras, es un compromiso que adquirimos a cambio de algún bien o dinero en efectivo, usualmente bajo ciertas condiciones pactadas previamente.
Estas condiciones pueden ser, un plazo de tiempo, un porcentaje de interés o monto determinado.
La deuda es un mecanismo común de apalancamiento financiero aceptado por la mayoría de los individuos.
En sus distintas formas, es utilizada para financiar compras comunes del hogar como, automóviles, electrodomésticos, muebles, viajes o hacerle frente a algún gasto extra o imprevisto.
Según estadísticas de la Superintendencia Bancaria de Panamá a inicios del año 2021, el 53% de los créditos existentes en el mercado son destinados a la Banca Personal.
De este total de la Banca Personal, 43% está conformado por créditos de consumo y 57% restante por hipotecas o créditos de vivienda.
Aunque las deudas son una forma de apalancarnos financieramente también pueden hundir nuestra salud financiera si no las usamos adecuadamente o las convertimos en una forma de patrocinar un estilo de vida.
¿Qué es la deuda de consumo?
Una deuda de consumo es una forma de deuda personal que usualmente se utiliza para la compra de bienes de uso individual y se caracterizan por tener altas tasas de intereses. Ejemplos son: deudas de tarjeta de crédito, préstamos personales, estudiantiles y de automóvil.
Cuando hablamos de deudas de consumo, no sólo nos referimos a los compromisos contraídos con una Institución Bancaria, sino también con alguna entidad comercial donde aceptamos pagar algún producto a crédito o a cuotas.
Las deudas de consumo tienen la particularidad de tener altas tasas de interés, y es una forma costosa de apalancamiento, ya que terminamos pagando un monto muy superior al bien original.
Veamos un ejemplo.
Contratamos un préstamo de auto, para financiar un carro 0KM (nuevecito de paquete), y pedimos al Banco $21,500. Al final de la vida de este préstamo es posible que terminemos pagando aproximadamente $5,000 adicionales sólo en intereses.
La realidad es que muchas personas ven en la deuda la única forma de acceder a ciertos bienes. Y si bien, no todas las deudas son malas, adentrarnos a una deuda sin total conocimiento de lo que implica, de su efecto en nuestras vidas personales y hogares o un plan para hacerle frente puede resultar en malas decisiones financieras.
Las deudas que te roban tranquilidad
Tarjetas de Crédito
Las tarjetas de crédito son el crédito de consumo más utilizado.
En este tipo de deuda, la Institución Financiera pone a tu disposición un préstamo pre-aprobado a través de el límite de crédito de la tarjeta.
La persona tiene una cantidad de días determinadas para devolver el dinero que utilizó sin generar ningún tipo de cargos adicionales, de lo contrario, se empiezan a generar cargos por interés y otros dependiendo del caso, hasta que la persona pague la totalidad de la deuda.
Si quieres aprender más sobre las tarjetas de crédito, tenemos un Masterclass sobre “Lo que nunca te explicaron de Tarjetas de Crédito”. Recomendadísimo si eres de lo que usas la tarjeta a diario y no quieres quedar endeudadx o quieres estar bien informadx sobre el producto que estás utilizando.
Esta deuda te roba tranquilidad porque tiene altos porcentajes de interés (los más altos del mercado) y se continúan generando cargos a partir de tus saldos mensuales.
Préstamos Personales
Son créditos otorgados bajo una tasa de interés fija y una cantidad de años, donde la persona es libre de decidir qué hacer con el dinero.
Usualmente tienen altas tasas de interés y un plazo mediano de años, lo cual hace que las letras o pagos mensuales sean altos.
Esta deuda te roba tranquilidad, porque puede resultar un porcentaje importante de tu presupuesto mensual, son pagos fijos por un periodo de tiempo y te resta capacidad para dirigir tus esfuerzos hacia otras metas.
Préstamo de Auto
Es un tipo de crédito especialmente diseñado para financiar un carro ya sea nuevo o usado.
Tiene una tasa de interés y plazos medios.
La letra dependerá del monto que financies y el costo del vehículo. Es uno de los préstamos más cómunes dentro de la vida adulta de un individuo.
Esta deuda te roba tranquilidad porque de no alinearla a tu realidad puedes terminar pagando una cuota que está por encima de tus posibilidades poniéndote en una situación complicada.
Recomendaciones al apalancarse con deuda
El principal problema de las deudas es cuando son producto de una falta en la planificación financiera, son resultados de hábitos de consumo no alineados a la realidad finaciera y se vuelven insostenibles en el mediano o largo plazo.
Cada vez que estés por considerando adquirir un préstamo o una nueva deuda, plánteate lo siguiente antes de tomar una decisión.
- Entiende el por qué estás adquiriendo esta deuda específica
- Evalúa todas tus opciones tanto de financiamiento como de producto
- Inclúyela dentro de tu planificación o presupuesto familiar
- Al momento de financiarte, idea un plan para pagar el monto adeudado pagando el menor interés posible o en el menor tiempo posible
- Evita las deudas de alto interés, como las tarjetas de crédito y préstamos personales.
Las deudas parecen ser elementos básicos en la economía del hogar, sin embargo sí es posible vivir sin deudas de consumo.
Para mantener una salud financiera positiva y equilibrada, es importante alejarse de las deudas de consumo con altos porcentajes de interés, crear planes para apalancarte con tus propios recursos y definir tus deudas funcionales (préstamos de auto o estudiantiles) dentro de tus propias posibilidades, siempre acompañadas de un plan y planificación.