Cómo construimos nuestra inversión inicial con $50 por quincena

Una de las ventajas de los negocios online y de servicios es que muchas veces es posible iniciar con poca o cero inversión.

En nuestro caso, empezamos con muchas horas de planificación alrededor de lo que queríamos hacer, transmitir y proyectar, creamos un perfil de Instagram y reservamos un dominio.

Pero también queríamos formalizar nuestra idea y crear una plataforma integral que nos permitiera pensar en el largo plazo y no sólo en los próximos meses.

¿Cuál fue el primer paso para formalizar el Emprendimiento?

Una de las primeros pasos que dimos fue crear una cuenta de ahorros (O) a nombre de ambas para cumplir la primera regla de las finanzas en tu emprendimiento “mantén separadas tus finanzas personales de tu Emprendimiento”. Nos acercamos a nuestro Banco favorito y creamos nuestra cuenta con acceso a Banca en Línea. En este momento no necesitábamos más, sólo una cuenta en la que pudiéramos recibir el pago de nuestros Clientes y depositar nosotras la inversión inicial que estábamos a punto de empezar a recopilar.

Regla de Oro #1 de Finanzas del Negocio: “Mantén separadas tus finanzas personales de tu Emprendimiento”

¿Por qué una cuota para la inversión inicial?

Si bien, para empezar solo necesitas las ganas, nosotras teníamos un plan mayor en mente, queríamos formalizar y estructurar desde un inicio varias áreas de nuestro emprendimiento y transmitir confianza a nuestros potenciales clientes, es por esto que definimos una cuota mensual para empezar a invertir en el negocio y en nosotras mismas.

Lo primero fue revisar nuestro presupuesto y definir cuánto era ese monto que cada una podía dar sin “dejarnos en rojo” o desestabilizar nuestra economía, ese monto fueron $25 a la quincena cada una, y así apalancándonos de otro principio “Hazlo automático” empezamos a ahorrar $50 por quincena hacia las arcas de nuestro Emprendimiento. Suena poco pero cuando el ahorro se convierte en un hábito se transforma en un arma poderosa. En 12 meses ya teníamos +$1,000 ahorrados, y disponibles para invertir en nosotras y nuestra idea de negocio.

Cuando el ahorro se convierte en un hábito se transforma en un arma poderosa

¿Cuáles fueron nuestras inversiones?

Primero invertimos en un dominio (de hecho terminamos comprando dos, esto es otra historia, digamos que inteligenteaf no fue nuestra primera idea) para asegurarnos que nuestros correos electrónicos, página web y cuentas en redes sociales estarían relacionadas y la búsqueda de nuestro perfil fuera mucho más fácil.

Estuvimos alrededor de un año platicando sobre nuestra marca, nuestro logo, cómo queríamos proyectar nuestros pilares, misión, visión, etc, hasta que nos dimos cuenta que ya habíamos dado suficientes vueltas y solas no íbamos a avanzar. Tenemos un espíritu muy DIY, y por suerte nos dimos cuenta que algo no estaba funcionando y esto no era nuestro fuerte. Por lo que en ese momento decidimos invertir en una asesoría de marca personal. Esta fue la inversión más grande que hicimos en nuestro negocio, y la que nos dio toda la motivación para tirarnos al ruedo. Trabajamos con una agencia, que durante un workshop de 2 días, ellos captaron toda nuestra esencia y nos hicieron la preguntas correctas, para luego hacer su magia, ayudándonos con el nombre comercial, logotipo, isotipo, colores y lema. Literal salimos super pompeadas de esta experiencia y motivadas a empezar con todo.

Luego decidimos formalizar la Empresa a través una Sociedad Anónima (S.A), al ser dos buscábamos la mejor opción para proteger nuestros intereses y tener la formalidad necesaria para trabajar con el tipo de clientes que teníamos en nuestro plan de negocio. Para esto contratamos una abogada que nos apoyó con todo el trámite legal y asesorías para hacerlo posible.

Si hay algo que aprendimos de la experiencia de otros Emprendedores con los que platicamos fue invertir en expertos que nos asesoren para evitar malos ratos.

Así fue donde todo empezó…

No lo dejamos ahí, ya con nuestro dominio, redes sociales, cuenta bancaria y marca, recuperamos el valor para sacar al mundo lo que teníamos que ofrecer.

Nuestra red de contactos y un recién creado instagram era todo lo que teníamos y fue en donde nos apalancamos para conseguir nuestros primeros clientes.

El resto es historia y aquí estamos dos años después llevando tranquilidad financiera a más de 50 personas y 7 negocios.

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